EDIFICIO ROJO
AVDA. DEMOCRACIA, Nº 9
Edificio cuya fecha de construcción está datada en 1932, proyectado por Enrique Nieto y construido por Juan Sánchez, cuyas placas de autoría se mantienen actualmente en la fachada.
Ubicado en la actualmente denominada Avenida de la Democracia, su monumentalidad ha supuesto el hito de referencia claro de la misma desde su construcción.
La composición se enmarca en la línea más profusamente decorativa del art decó melillense, conmúltiples detalles ornamentales combinados de forma libre y original, miradores de medio hexágono ménsulas variadas, placas geométricas, balaustradas, balcones con cierre de forja, enmarques de vanos geométricos, grecas y cornisas. Destacan las grandes pilastras acanaladas que recorren toda la fachada para culminar en originales capiteles llenos de quiebros y pliegues art déco y el chaflán sobre el que se eleva una torre circular con cúpula imbricada de media naranja.
El edificio está construido mediante muros de carga de mampostería y ladrillo cerámico macizo, con pilares y vigas de fundición soportando forjados unidireccionales de viguetas metálicas y revoltón de ladrillo cerámico.
El estado de conservación antes de la actuación acometida en 2009 era deficiente, apreciándose diversas patologías asociadas a la antigüedad del inmueble y a la falta del adecuado mantenimiento.
La fuerza compositiva original se había visto desgastada, ofreciendo un aspecto mustio, desvencijado, decadente. Muy en línea con el presente de una ciudad que fue esplendorosa, el edificio manifestaba síntomas de que sus mejores momentos ya habían pasado. Se erguía en un enclave privilegiado, en la salida transversal del Parque Hernández, pero parecía querer disimular su presencia, esquivar las miradas de los transeúntes.
El encargo se inició como consecuencia de un simple trámite burocrático a solicitud de la propietaria, que en la búsqueda de mejorar ligeramente el aspecto pretendía cambiar las contraventanas de madera existentes por unas de aluminio.
En la mayoría de la documentación que encontramos, con mayor o menor definición, el tratamiento cromático del edificio es lo que llegó a nuestras manos, un fondo terroso con un tono corinto para resaltar las molduras y demás elementos ornamentales.Se había ocultado bajo sucesivas capas de pintura el pasado del edificio.
Finalizada la construcción del edificio, a mediados de los años 30 del siglo pasado, los artífices del mismo sellaron para la posteridad la obra mediante la colocación de sendas placas de autoría como muestra del orgullo que sintieron. Esto de Enrique Nieto no era una novedad, acostumbrado tanto a colocar placas como a lo de sentirse orgulloso; pero sí que lo era para el constructor, Juan Sánchez. Lo que llegó a nuestras manos fueron dos placas, en las que casi no se percibían sus nombres ni, lo que es peor, su oficio.
Durante el saneado de la fachada, observamos que el color de la base no coincidía con lo que parecía lógico. ¡Una de las capas originales parecía tener los colores invertidos!
Esta imagen es de los años 50 según nos revela la matrícula del automóvil en primer plano, que parece el más moderno. Al fondo se percibe que el fondo del edificio era rojo por entonces. Nieto murió en 1954 a la edad de 71 años, cabe pensar que o bien lo pintaron nada más morir o bien ya lo concibió así.
Esta postal es el año 1963. Al fondo del Parque Hernández se yergue este edificio, los tonos siguen estando invertidos.
En esta imagen se aprecia un Citroën GSA que se comercializó desde finales de los 70 hasta mediados de los 80, por lo que cabe pensar que en la década de los 80, el edificio mantenía la tonalidad.
Estas tres imágenes nos contaban que al menos durante 40 años, que se pueda documentar, el edificio había tenido los tonos invertidos lo que se estudian las posibilidades que se abrían. Una vez dibujados los alzados se hace una consulta, previo consentimiento de la promotora, a la Comisión de Protección del Patrimonio Histórico-Artístico.
La propuesta contemplaba además la obligatoria retirada de las máquinas de aire, y de la marquesina y aplacado del local de la compañía aseguradora, y la recuperación de las proporciones de hueco originales en la planta baja.
En abril de 2010, la Comisión comprendió la revalorización que suponía esta actuación y aceptó la radical variación cromática que propusimos.
La situación económica de la promotora y otrasdificultades ralentizaron, mucho, el ritmo de la obra pero varios años después,no sabemos si con conocimiento de su importancia, el fotógrafo de un recomendable blog local (http://melilladesconocida.blogspot.com.es/) tomaba una fotografía que reflejaba la fase exacta de la construcción en la que una de las caras mantenía los colores previos a la actuación mientras que en otra cara ya evidenciaba el resultado de la nueva intervención.
Se puede percibir en la imagen con qué rotundidad se manifiesta la fachada en negativo, en la que predomina el rojo corinto; cómo el edificio va reviviendo poco a poco a medida que se le aplica la combinación cromática que habíamos decidido años antes; cómo pasa de “estar” a “ser”.
Esta decisión basada en trabajo, conocimiento y sensibilidad está haciendo que el edificio conocido popularmente como “Edificio Mapfre” vaya poco a poco siendo llamado como el “Edificio Rojo”.
Actualmente la obra sigue avanzando lentamente, en función de las posibilidades de la promotora y de lo que le permiten las diferentes circunstancias. Los siguientes pasos son la eliminación de la marquesina y del aplacado de la compañía de Seguros, así como la recuperación de los huecos originales. Nos vamos acercando a la esencia del edificio.
Eso sí, una de las intenciones de partida ya la hemos conseguido…
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